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En “Puntas y líneas sobre un plano” se despliega una serie de cerámicas en las que se reproducen tipos de puntas de rejas y muros en Santiago. En este caso, en comparación con “110 fortalezas estrella en pie” es el mismo proceso de abstracción el que permite develar las nociones plásticas relativas a lo amenazante, pero subrayando su carácter ornamental, donde lo amenazante se vuelve objeto de contemplación. Ambas dialogan a partir de lo mismo pero con una diferencia: mientras una es fortaleza, la otra es propiedad privada.
(Matías Allende)